Neoliberalismo y desarrollo socio
- económico mundial
La dinámica histórica mundial que se ha
configurado en el inicio del siglo XXI, se desarrolla con la energía económica,
política y cultural que se genera desde el Centro del sistema económico mundial.
En el pasado siglo, aunque también fue así, tuvo otras fuerzas que
contrarrestaron la fuerza y el empuje del capitalismo. Estas fuerzas eran
la alternativa de la desconexión socialista, y la de la independencia política
de los países colonizados. Pero agotadas tanto política como ideológicamente
estas fuerzas que pretendieron ser transformadoras de la historia de la
humanidad, los países ricos pretenden afianzar su hegemonía al resto del mundo
En lo económico, los países desarrollados, al concentrar la mayor
parte de la demanda solvente son los principales destinatarios de la producción
mundial, marcando la pauta en la innovación de productos destinados al consumo y
en la optimización de la productividad técnica de los procesos de producción.
Los países pobres solo cuenta en el esquema de las necesidades de los países
ricos, es decir, como receptores de sus iniciativas económicas y tecnológicas.
En lo ideológico, el <pensamiento de la desigualdad mundial> por el que se
considera correcto que los ricos se beneficien de su buen hacer,
mientras que, los pobres del mundo recogen los frutos de su incompetencia, es
mayoritario en los sociedades ricas. Y La
bondad de los triunfadores con los fracasados se demuestra en las "ayudas al
desarrollo".
Pero en este destino tan evidente, surgen algunas dudas en función de las
siguientes preguntas: ¿La hegemonía política y militar de los países
desarrollados puede resolver la pobreza? ¿La ideología de la desigualdad
socioeconómica mundial puede satisfacer a millones de personas condenadas a la
desesperanza? ¿El modelo de crecimiento económico basado en el consumismo de los
más ricos e
ignorando las necesidades básicas de la mayoría de la población del mundo puede
mantenerse sin que entre en una crisis de la larga duración?
Son preguntas sin respuestas, sin que tampoco interese por el momento en los
países ricos encontrarlas, pues es mejor dejar correr el tiempo, y según como
evolucionen los acontecimientos ir actuando en consecuencia. Actuación, que se
ciñe a asegurarse que el actual estado de cosas en el mundo no cambie, ya que,
los países ricos no tienen porque cambiar, al menos que el modelo de crecimiento
económico se cuestione.
La ciencia económica, es actualmente, la ciencia de la rentabilidad dentro de
los parámetros impuestos por el modelo de crecimiento basado en la oferta de
productos orientados a satisfacer las necesidades de las personas de los grupos
de renta más altos. La miseria de la lógica económica actual se basa en que se agota en
el acto de la rentabilidad. La ciencia económica necesita un cambio importante
en sus limitados postulados actuales, que le oriente a buscar el crecimiento
económico en la <integración económica mundial>, lo que supondría la incorporación de millones de personas a la satisfacción de sus
necesidades básicas, posibilitaría el incremento de la producción para la
satisfacción de las mismas, generaría nuevos beneficios y un nuevo crecimiento
económico sin el cual la humanidad nunca alcanzará el estado del bienestar.
La integración económica, ante todo, tiene problemas políticos y culturales para
su aplicación, y éstos son, en los países ricos, la xenofobia y el racismo, y en
muchos de los países pobres la herencia secular de creencias instrumentalizadas
por elites sociales locales para dar continuidad a sus particulares intereses.