El mundo se ha convertido en un
barco en el que solamente es posible evitar el naufragio económico y
medioambiental con el empeño de una única tripulación, el género humano
CAPÍTULO I: El desarrollo económico y los recursos energéticos
1.1 El coste de la conversión de la energía en trabajo según fuente energética
1.2 Consumo mundial de energía según fuentes de energía primaria
CAPITULO II: El cambio del modelo energético o el colapso del desarrollo
económico mundial
2.1 Las reservas demostradas de combustibles fósiles.
2.2 Duración de las reservas probadas de combustibles fósiles.
2.3 Consideraciones sobre la
duración de las reservas probadas de combustibles fósiles (año 2015)
CAPITULO III: La externalización medioambiental del
consumo de combustibles fósiles
3.1 Proyecciones para un probable
escenario de emisiones de CO2 a la atmósfera hasta el final de los
combustibles fósiles
CAPITULO IV: Energía primaria necesaria para un consumo mundial per cápita
equiparable al de la OCDE
Anexos
Introducción
A lo largo de la historia de la humanidad, hasta la revolución industrial, las
energías más importantes para mover mecanismos que la transformaran en trabajo,
han sido la fuerza humana, la de animales de carga, la hidráulica aprovechada en
saltos de agua, y la eólica aprovechada para hacer girar molinos y mover barcos.
En la primera revolución industrial, con la invención de la máquina de vapor, la
fuente de energía fue la madera y posteriormente el carbón de origen vegetal o
mineral. Con el motor Diesel, el petróleo se incorporó a las fuentes
energéticas. Posteriormente la aplicación de la electricidad a multitud de
utensilios, desarrollo la necesidad de tener generadores permanentes de energía
eléctrica utilizando, para ello, diversas fuentes de energía para su
transformación en electricidad y posteriormente ésta en trabajo, habiéndose
constituido los combustibles fósiles progresivamente desde el siglo XIX en las
fuentes de energía primaria dominantes en el sistema energético mundial. Pero a
finales del siglo XX estas fuentes de energía primaria comenzarán a ser
cuestionadas debido a los nocivos efectos medioambientales producto de la
externalización de los costes de producción en forma de gases de efecto
invernadero a la atmósfera, responsables de un progresivo cambio climático
global.
Hasta que no comenzaron a conocerse los efectos medioambientales de la
externalización de costes, el modelo energético y el crecimiento económico
mundial se habían desarrollado sin entrar en contradicción, pero una vez
conocidos, la implementación de políticas económicas de internalización de
costes, para evitar las emisiones de gases de efecto invernadero, ha derivado en
una fuerte contradicción entre el crecimiento económico y el modelo energético,
pues la externalización de los costes de producción con la libre emisión de
gases a la atmósfera forma parte de la ventaja comercial en los precios de los
productos para el intercambio de mercancías internacional. El fracaso en los
intentos por disminuir la emisión de los gases de efecto invernadero pone de
manifiesto las dificultades existentes, o tal vez la imposibilidad, para
promover con carácter mundial un modelo de internalización de costes, debido al
rechazo de empresas y naciones a tal inversión económica que les haría perder
competitividad en el mercado e internacional.
Es probable, que si desde el momento presente se implementaran tecnologías a
escala planetaria de internalización de costes basadas en la captura de los
gases de efecto invernadero y de su almacenaje en sumideros, tal vez, se pudiera
evitar una catástrofe medioambiental, pero esta posibilidad en el vigente modelo
económico mundial basado históricamente en las ventajas de la externalización de
costes resulta actualmente inviable.
El
vigente modelo energético mundial basado en un 80% en los combustibles fósiles,
presenta el problema no solamente de sus efectos medioambientales, sino el de su
final en el presente siglo XXI por agotamiento de las reservas de petróleo, gas
natural y carbón, sin que, por el momento, se haya desarrollado una alternativa
energética sólida de reemplazo a la capacidad calorífica que proporcionan los
combustibles fósiles al sistema energético mundial. Las alternativas de otras
fuentes de energía primaria como las energías renovables, por su elevado coste y
las limitaciones de la superficie terrestre, difícilmente van a poder
representar el equivalente a un 20% de la energía derivada de los combustibles
fósiles, y la implementación masiva de la energía de fisión nuclear presenta el
problema de la hipoteca milenaria de almacenamiento de los residuos radiactivos,
así como que las reservas de uranio son también limitadas, sin que, por otra
parte, la energía generada en forma de electricidad por estas fuentes, en el
actual paradigma tecnológico mundial pueda sustituir al motor de combustión
interna para la transformación de la energía en trabajo productivo con el
que funcionan los grandes transportes terrestres, marítimos y aéreos; la
maquinaria pesada móvil para la construcción de infraestructuras, y la destinada
al sector agrario que permite liberar del trabajo manual agrícola a la mayoría
de la población activa para emplearse en otros sectores económicos.
La tarea prioritaria que
tiene la humanidad es trabajar con premura para implementar las tecnologías que
eviten la libre emisión de gases de efecto invernadero, así como el desarrollo
de un sistema energético y tecnológico para la conversión de la energía en
trabajo productivo que reemplace el agotamiento de los combustibles fósiles.
No queda mucho tiempo,
tal vez no más de cincuenta años, para que los dos problemas, si no
se les encuentra solución, se manifiesten con toda su crudeza, el primero con el
colapso del desarrollo económico mundial por agotamiento de las reservas de
petróleo, gas natural y carbón, y la imposibilidad de tener tecnologías de
reemplazo al motor de combustión interna para la transformación de la
energía en trabajo productivo que precisa la economía mundial en el sector
agrario, la construcción de infraestructuras y los grandes transportes, y el
segundo porque el grado de cambio climático alcanzado en ese periodo de tiempo
pudiera llegar al extremo de cuestionar la habitabilidad de extensos territorios
del Planeta actualmente habitables.
Estas consideraciones presentadas en la presente introducción se fundamentan en
el estudio de los datos relativos a: los costes de generación de energía según
fuente energética; la evolución de los consumos mundiales de energía; las
reservas probadas de combustibles fósiles, y la evolución de las emisiones de CO2
a la atmósfera. Datos que necesariamente deben ser interpretados en la mecánica
de funcionamiento del vigente sistema económico y energético mundial.
En los siguientes capítulos se desarrollan los estudios
respectivos.
CAPÍTULO I
El desarrollo económico y los recursos energéticos
Tal y como se ha visto en el estudio, El
Proceso Productivo Mundial, el desarrollo económico precisa de un
crecimiento continuo del PIB a través de la mejora continua de la productividad,
con el fin de mantener o mejorar el empleo y la Tasa Media de Ganancia
Absoluta y con ello evitar el colapso funcional del sistema económico. Este
crecimiento de la producción y mejora de la productividad se fundamenta en el
aumento y optimización de la energía convertida en trabajo, en función de la
satisfacción de las necesidades demandadas según la distribución del poder
adquisitivo mundial, siguiendo estructuradamente la secuencia de optimización
productiva del sector, primario, secundario y el desarrollo científico – técnico
del sector terciario.
El proceso productivo mundial determina que
el sistema energético mundial se desarrolle en base a dos dinámicas económicas
básicas.
La primera,
derivada de la ley de acumulación de capital continua, la cual resulta
imparable, pues, en el momento que se reduce la actividad productiva, las
ganancias decaen y se colapsa el funcionamiento económico, lo que conlleva, a
pesar de la optimización energética, a un incremento continuo del consumo de
energía.
La segunda,
por el principio de competencia en el comercio internacional que propicia que:
la externalización de los costes de producción en forma de libre emisión de
gases a la atmósfera, forme parte de la ventaja comercial para abaratar los
precios de los productos.
Estas fuerzas ciegas dominantes del
vigente modelo económico mundial al sustentarse en un sistema energético
basado mayoritariamente en los combustibles fósiles tienden a incrementar el
impacto medioambiental mundial.
Los afectados por estas perversas sinergias
son la mayoría de la humanidad y el medioambiente, sin que por el momento,
existan fuerzas subjetivas en el plano político internacional lo suficientemente
potentes para cambiar la dinámica económica mundial, ni tampoco exista un
conocimiento científico técnico para reemplazar el modelo energético basado en
los combustibles fósiles.
1.1 El coste de la conversión de la energía en trabajo según fuente energética
En el vigente sistema económico mundial, las diversas fuentes
energéticas compiten entre sí en función del tipo de máquina
que se precise para su transformación en trabajo productivo.
Así, la energía más adecuada para los automóviles, es un
derivado del petróleo, mientras que para la generación de
electricidad, pueden existir diversas fuentes, que se utilizan
según su proximidad (saltos de agua o carbón), su
rentabilidad, o que ayuden a disminuir la dependencia de un
país respecto de otros países, como por ejemplo la energía de
fisión nuclear.
Por otra parte, la optimización productiva conlleva la
búsqueda de fuentes de energía baratas y con perspectivas de
larga duración de la fuente que garanticen un desarrollo
económico sostenido en el tiempo, y adecuado para el uso de
las máquinas y utensilios capaces de transformar la energía en
trabajo productivo.
Está optimización está en función:
1º Del coste de la materia prima de la fuente energética en
cuestión.
2º Más los costes técnicos para la transformación de la
energía en trabajo, que en términos energéticos sería igual a
la cantidad de energía que se necesita invertir para construir
los instrumentos técnicos de transformación: centrales,
nucleares, centrales térmicas, saltos de agua,
aéreo-generadores eólicos etc.
-------
La optimización productiva, lleva lógicamente a buscar las
fuentes de energía más baratas y con mayor poder calorífico,
siempre y cuando éstas puedan ser adecuadas a las máquinas que
la transforman en trabajo productivo. Gran parte de la
rentabilidad de estas fuentes se ha basado en lo que ha venido
a denominarse la externalización de costes, es decir, la
transformación de energía en trabajo derivada de los
combustibles fósiles y de fisión nuclear, sin tener en cuenta
el coste energético añadido (y por lo tanto económico) que
supondría el reciclaje del CO2 hacia sumideros que
evitasen su emisión a la atmósfera, y el almacenamiento
definitivo de los residuos de la centrales nucleares de fisión
y el desmantelamiento de las mismas una vez finalizado el
plazo de su explotación útil.
A principios del siglo XXI, las fuentes de energía más
utilizadas, considerando el coste de la materia prima, y el
coste de la inversión tecnológica (o energía adicional) para
su transformación en trabajo, se puede ver en el coste de
generación del K/Wh en céntimos de Euro, según las diferentes
fuentes de energía primaria al uso
La energía hidráulica, explotada en grandes presas, es la más rentable, pues, la
energía no tiene coste, y el coste de la inversión tecnológica relativa a la
generación eléctrica, aunque es mayor que las derivadas de los combustibles
fósiles y la de origen de fisión nuclear, se compensa con la gratuidad del
combustible.
Le siguen en rentabilidad las derivadas de los combustibles fósiles (Carbón, Gas
Natural y Petróleo), que si bien, al coste de la inversión tecnológica, hay que
añadir el coste de la energía, el conjunto de costes se compensan, constituyendo
las energías más rentables después de la hidráulica.
La energía nuclear precisa de una inversión importante, con relación al
combustible, y además, debe tener en cuenta la externalización de costes, es
decir, el almacenamiento definitivo de los residuos y el desmantelamiento de la
central, al término de la vida de la misma.
El resto de energías, denominadas renovables porque (como la hidráulica) se
renuevan en la naturaleza y su fuente energética no tiene riesgos para el medio
ambiente precisan, para la transformación de la electricidad generada en
trabajo, de una gran inversión tecnológica, por lo tanto, de una gran inversión
energética para la construcción de la tecnología, que permita transformar la
energía en trabajo.
Por ejemplo, en la energía solar fotovoltaica, la
cantidad de energía que se necesita para (con la tecnología actual) fabricar 1
KW de panel solar fotovoltaico es de 5.600 KW/h; a los que hay que añadir otros
900 KW/h durante la construcción de la planta, los que arroja un resultado de
6.500 KW/h/KW de panel solar fotovoltaico.
Desde el punto de la productividad, en España, la productividad anual de la
energía fotovoltaica es de 1.200 KW/h/KW, es decir[2],
que por cada KW instalado de panel solar se consiguen generar anualmente un
total de 1.200 KW/h. Lo que supone, que para que la energía solar generada en KW/h,
devuelva la energía utilizada en su implementación tienen que pasar un tiempo
de: (6.500 KW/h/KW) / (1.200 KW/h/KW) = 5,42 años.
Desde el punto de vista de la rentabilidad económica, la tendencia es a utilizar
la energía que permita la obtención del KW/h más barato; pero existen
circunstancias que diversifican obligadamente la fuentes de energía renovable,
por ejemplo, una región o país puede tener muchos recursos fluviales, y otros
no, puede disponer de condiciones para el aprovechamiento de la energía eólica,
y otros no, o puede disponer de la tecnología nuclear de fisión y no disponer de
otras fuentes de energía.
No obstante, hay que tener en cuenta que la generación de electricidad a gran
escala no puede ser almacenada y, por la tanto, la producción está en
función del consumo diario, por el contrario, los automóviles con motor de
combustión precisan de un combustible capaz de ser almacenado y distribuido. Por
ello, la diversidad de las fuentes de energía y la complejidad de la adaptación
del uso de energía a las diferentes tecnologías para su conversión en trabajo,
así como el coste de las mismas, determina que los combustibles fósiles, la
energía hidráulica y la energía de fisión nuclear, sean las que mejor se adapten
al vigente sistema económico mundia
l[3].
El desarrollo de otros tipos de energía, solamente pueden ser realizadas a
través de subvenciones que permitan competir en el mercado. Por la tanto, las
expectativas de cambio de fuentes de energía, es poco probable.
Ello se puede ver en el consumo de energía mundial expresada en BTU
[4],
según tipo de fuentes de energía primaria, de los años 1990; 2002; 2003, y en
las proyecciones para los años; 2010; 2015; 2020; 2025; 2030, realizadas por Energy Information Administration / International Energy Outlook 2006. (Cuadro
2)
1.2 Consumo mundial de energía según fuentes de energía primaria
Cuadro 2
Consumo mundial de energía según fuentes de energía primaria, referencia,
1990-2030 (Quadrillion 115 BTU)
Fuente: Energy Information Administration / International Energy Outlook 2006.
NOTA:
El Quadrillion 115en EEUU origen de la fuente, es equivalente
al trillón Europeo; el trillion 112 es equivalente al billón
europeo, y el billion 19 es equivalente al millardo europeo.
Lectura del Cuadro 2.
En las cifras mundiales, ofrecidas en el Cuadro 2, tanto en el periodo
histórico (1990-2003), que corresponde a datos objetivos, como en los
proyectados hasta el año 2030 se puede apreciar la preponderancia de los
combustibles fósiles, sobre otro tipo de energías. En el año 2003, el 38,5% de
la energía consumida en el mundo provenía del petróleo; el 23,6% del Gas
Natural; el 23,9% del carbón; el 6,3% de la energía de fisión nuclear, y el 7,8%
de otras fuentes de energías renovables.
En la participación global de cada fuente de energía en el conjunto del consumo,
si tomamos los años 1990 - 2003, se aprecia una disminución relativa de la
utilización de la fuente de energía del petróleo y el carbón, y un incremento
del uso del gas natural, la energía nuclear, y las energías renovables. En el
periodo proyectado para el 2030, se aprecia un cambio de tendencia, que es el
reflejado entre los años 2002 y 2003; se mantiene la tendencia del descenso del
uso relativo del petróleo hasta el 5,4%; desciende el uso de la energía nuclear
el 1,5%, y se incrementa el uso del gas natural en un 2,8%, el del carbón en un
3,2% y las energías renovables en un 0,9%. Llama la atención, el incremento del
uso del carbón, pero ello tiene que ver con la progresión del consumo de energía
en los países poco desarrollados.
No obstante, para el 2030, la previsión sobre el año 2003 es de un incremento
global del consumo de energía de 300,9 (Quadrillion 115 BTU),
de los que 25,6% tendrían su origen en el petróleo; el 30,2% en el gas
natural, el 31,6% en el carbón; el 2,7% en la energía nuclear, y un 9,9% en
fuentes de energías renovables. Esto supone que la dependencia de los
combustibles fósiles va a seguir siendo la más alta.
En la previsión de consumo total mundial para el 2030, se duplica el consumo de
energía de 1990 = 300,7 (Quadrillion BTU) frente a los 624,5 (Quadrillion
BTU) previstos para el 2030. Este crecimiento, tiene que ver con el incremento
de la población de los países poco desarrollados, así como en sus perspectivas
de crecimiento del consumo de energía, particularmente en China.
El Cuadro 3, muestra las diferencias entre la evolución del consumo de
energía, según tipo de fuente de energía primaria, en el ámbito de la OCDE y No
– OCDE.
Cuadro 3
Consumo
total de energía de la OCDE y no - OCDE según fuente de energía primaria,
referencia, 1990-2030
(Quadrillion 115 BTU)
Fuente: Energy Information Administration / International Energy Outlook 2006
Lectura del Cuadro 3.
Las principales características de la evolución del consumo de energía, según
tipo de fuente de energía primaria, en el ámbito de la OCDE y No – OCDE son:
a)
La diferencia porcentual en el consumo de energía según tipo de fuente de
energía primaria, es siempre superior en el ámbito de la No – OCDE, siendo 1,5
puntos porcentuales superior en la energía derivada del Petróleo; 1,8 en el Gas
Natural; 2,1 en el Carbón; 3,2 en la Nuclear, y 1,8 otras energías de carácter
renovable, lo que supone en el consumo total un incremento superior en 2,0
puntos.
b)
Este crecimiento va hacer que el consumo del ámbito de la No – OCDE supere al de
la OCDE hacia el año 2015, con un repunte en el uso del carbón como fuente de
energía que se situaría en el primer puesto, seguido del Petróleo, Gas Natural,
fuentes renovables, y por último, la de origen nuclear.
c)
En el ámbito de la OCDE, la fuente de energía más importante seguirá siendo el
Petróleo; el Gas Natural ocupa el segundo lugar desde principios de este siglo,
situándose al carbón en tercer lugar, seguido de las fuentes de energía
renovable, y también y por último, la de origen nuclear.
No obstante en lo que se refiere al consumo de energía per cápita, el ámbito de
la No – OCDE se sitúa muy por debajo del ámbito de la OCDE, y especialmente en
la energía proveniente del conjunto de los combustibles.
CAPITULO II
El cambio del modelo energético o el colapso del desarrollo económico mundial
Como se ha podido ver, el vigente desarrollo económico mundial y el modelo
energético están estrechamente vinculados. Las correcciones que pretenden
introducirse, a favor de la implementación de fuentes de energía renovable
(hidráulica, eólica, solar, etc.), no tienen perspectivas de desarrollo en el
vigente modelo económico mundial, pues, aunque los países desarrollados tengan
capacidad de destinar fondos estructurales al desarrollo de estas energías, los
países poco desarrollados no los tienen, y la mejora económica deben asociarla
al uso de fuentes de energía asequibles y baratas.
Por otra parte, en los países poco desarrollados, las tecnologías más asequibles
para la transformación de la energía en trabajo productivo, son (en el presente
momento histórico) las centrales de generación eléctrica basadas en la
combustión del carbón, el gas natural y el petróleo. De hecho, la perspectiva
del incremento del carbón como fuente de energía en los países de la No – OCDE
es una consecuencia de ello.
Al no existir ningún organismo mundial regulador de la gestión del uso de las
fuentes energéticas, que sería tanto como decir de la gestión de un desarrollo
armónico mundial, donde los países desarrollados destinarán fondos estructurales
hacía los poco desarrollados, y se llegará a un acuerdo para un cambio
progresivo del vigente modelo energético mundial basado en los combustibles
fósiles hacia otro tipo de energías, cada país, o grupo de países, van a seguir
actuando por libre, y aunque la supuesta preocupación medioambiental ha llevado
a promover cambios en el modelo energético, como es en el caso de la Unión
Europea con las subvención a energías renovables, ello, en las perspectivas del
desarrollo económico y energético mundial, tiene una incidencia muy pequeña.
Este, actuar por libre, lleva a los países que detentan el liderazgo en el
desarrollo científico – técnico, a buscar soluciones energéticas en las que
solamente ellos posean el control de posibles fuentes de energía como por
ejemplo, el desarrollo de la tecnología para conseguir energía de la posible y
esperada fusión nuclear actualmente en fase de investigación que tienen su
expresión en el proyecto ITER
[5],
y el estudio relativo de las fuentes de energía de helio 3 que posee la
Luna[6].
Pero incluso pensando en un escenario en el que se consiguiera dominar la
energía de Fusión Nuclear, aunque seria una gran conquista y alivio para
la humanidad,
pues supondría adquirir la capacidad para la generación ilimitada de energía
eléctrica para su utilización en motores eléctricos, y la producción de
hidrógeno para su usocomo combustible en motores de
pila de hidrógeno,
ello no iba a evitar seguir con el uso de combustibles fósiles,
pues, los países poco desarrollados tendrían que seguir sustentándose en las
fuentes energéticas que para ellos son accesibles y más baratas, es decir,
básicamente en los combustibles fósiles. Por ello, cualquier avance en la
producción masiva de energía – trabajo, debiera ser mundialmente compartida.
Por otra parte, la posibilidad ilimitada de generación de energía eléctrica y
limpia como sería la proveniente de la fusión nuclear, tampoco podría ser
alternativa al motor de combustión interna, insustituible en el
vigente paradigma tecnológico para la conversión de la energía en trabajo
productivo en la agricultura, la construcción de infraestructuras y los grandes
transportes.
En el Cuadro 4, se puede observar la importancia porcentual (%) de cada fuente
de energía primaria en el Sistema Energético Mundial y la evolución esperada
hasta el 2030 de las respectivas fuentes.
Cuadro 4
Participación porcentual (%) en el consumo mundial de energía
según fuentes de energía primaria (1990-2030)
Fuente: Energy
Information Administration / International Energy Outlook 2006 (EEUU)
Lectura del Cuadro 4.
Si bien el uso del Petróleo, Gas Natural y Carbón, están experimentado cambios,
en su porcentaje de participación como combustibles para la generación de
energía – trabajo, debido principalmente a la sustitución del uso del carbón por
el gas natural, el carbón cobra importancia global debido a la utilización en
los países poco desarrollados.
El porcentaje de participación del total de los combustibles fósiles no
experimenta variaciones, tanto en los datos históricos como en los proyectados
hasta el 2030, situándose en torno al 86% del total de las fuentes de energía
primaria.
2.1 Las reservas demostradas de combustibles fósiles.
Las reservas demostradas de combustibles fósiles, son las reservas conocidas que
han podido ser evaluadas, y son explotables con la actual tecnología y en
términos de rentabilidad de mercado. Para conocer estos datos se han utilizado
dos fuentes, la British Petroleum (BP) y la proveniente de Energy Information
Administration
(EIA)
deEEUU.
Los datos de las reservas vienen determinados en distintas unidades de medida,
el barril, para el Petróleo (crudo), el metro cúbico, para el Gas Natural y la
tonelada métrica, para el Carbón. Para disponer de una única unidad de medida
para las tres tipos de combustibles fósiles, se han convertido a la Unidad de
medida denominada: Millón de Toneladas Equivalentes de Petróleo (oil) (Mtep),
según la tabla de conversión ofrecida por British Petroleum (BP), esta unidad de
medida es equiparable en poder calorífico para producir energía y por lo tanto
es comparable.
La fuente de datos de las reservas probadas
mostradas en el Cuadro 5, están
evaluadas al final del año 2004
por
British Petroleum (BP), y en el caso de la fuente Energy Information
Administration (EIA) (EEUU),
están evaluadas a finales
del 2005. Los resultados en las unidades originales de medida, y su posterior
conversión a Mtep, se pueden ver en el Cuadro 5.
Cuadro 5
Reservas probadas de Combustibles
Fósiles
(años 2004 y 2005)
Lectura del Cuadro 5.
De los datos ofrecidos de reservas probadas de combustibles fósiles, según las
fuentes de referencia, se puede observar, que en el caso de la fuente: Energy
Information Administration (EIA) (EEUU), las reservas de petróleo y de carbón
superan en un 7% y 9% respectivamente, de las ofrecidas por British Petroleum
(BP), mientras que en las reservas de gas natural la fuente de (BP) supera en un
2% la de (EIA); computando en el total 825.045 Millones de Toneladas
Equivalentes de Petróleo (oil) (Mtep) en el caso de (EIA), y 772.208 en el caso
de (BP), lo que ofrece una diferencia del 7% superior en el caso de los datos
ofrecidos por (EIA), respecto de los ofrecidos por BP
No obstante, si se tiene en cuenta el volumen de consumo mundial de combustibles
fósiles, se puede considerar, las diferencias entre ambas fuentes son
escasamente significativas. Ello se puede observar, en la previsible duración de
estas reservas según el consumo y perspectivas de consumo de energía de estas
fuentes de energía primara.
2.2 Duración de las reservas probadas de combustibles fósiles
en los años 2004 y 2005.
Para evaluar la duración de las reservas probadas mundiales de Petróleo, Gas
Natural y Carbón del 2004 (BP), 2005 (EIA), se ha procedido de la siguiente
manera:
* Se ha partido de los datos de consumos en BTU, procedentes de estas tres
fuentes de energía primaria, de los años 2002 y 2003, y de las proyecciones,
realizadas par los años 2010; 2015; 2020; 2025, y 2030, Ofrecidos por (EIA) (ver
apartado 1º del Cuadro 6).
* En el apartado 2º, del mismo Cuadro 6,
aplicando el porcentaje de cambio anual de consumo en BTU de EIA, se han
realizado estas proyecciones desde el 2004 hasta el 2030. (Se puede apreciar
como en los años coincidentes de las proyecciones de EIA, con las propias,
tienen poca diferencia). Una vez verificada esta coincidencia, se ha extendido
las proyecciones para cada año hasta el final de las reservas probadas del 2004
(BP), 2005 (EIA) que concluyen en el año 2084.
* En el apartado 3º,
del mismo Cuadro 6, se ha procedido en primer lugar, a convertir las BTU, a
Millones de Toneladas Equivalentes de Petróleo (Mtep), según el factor de
conversión ofrecido por BP: por el que 25 (Mtep) generan 1 Quadrillion (115)
de BTU. En segundo lugar, se han ido acumulando los consumos anuales de
Petróleo, Gas Natural y Carbón, desde el año 2007 hasta que el total acumulado
consumido se ha situado en los valores de las reservas probadas en (Mtep) del
2004 (BP), 2005 (EIA).
Cuadro 6
Cálculo de la
duraciónreservas probadas del 2004
(BP), 2005 (EIA), de los combustibles fósiles
La tasa de cambio anual con la que se realizan las proyecciones en unidades (Quadrillion
BTU) es de: 3,4 para el Petróleo; 3,2 para el Gas Natural, y 3,6 para el carbón,
lo que supone una tasa de cambio anual para las tres fuentes de energía de 12,2
(Quadrillion BTU).
Esta tasa de cambio en la
proyección de EIA
ofrece unos valores de consumo para el año 2030 de: 239,1 (Quadrillion BTU) para
el petróleo; 189,9 para el gas Natural; 195,5 para el carbón, que suma un total
de 624,5 (Quadrillion BTU) para ese año.
En el año 2030, último de la proyección de EIA, los valores de la proyección
de elaboración propia son muy parecidos: 253,9 (Quadrillion BTU) para el
petróleo; 185,5 para el gas Natural; 197,6 para el carbón, que suma un total de
637 (Quadrillion BTU) para ese año.
En la
proyección de elaboración propia
la
tasa de cambio anual se aplica desde el año 2005 (por ser el que están
establecidas las reservas probadas) acumulando los consumos anuales hasta llegar
al año del consumo equivalente al agotamiento de las reservas probadas del año
2005 de cada fuente de energía fósil. Los resultados son los siguientes:
* El año que finalizarían las reservas probadas de Petróleo
del 2004
, sería el año 2037,
al alcanzarse desde el 2006 un consumo acumulado de 175.693 (Mtep) cuando las
reservas probadas según EIA en el año 2005 eran de 174.247 (Mtep), y de 162.149
(Mtep) en el año 2004 según BP.
* El año que finalizarían las reservas probadas de Gas Natural
del 2004, sería el año
2044, al alcanzarse desde el 2006 un consumo acumulado de 162.545 (Mtep) cuando
las reservas probadas según EIA en el año 2005 eran de 158.701 (Mtep), y de
161.592 (Mtep) en el año 2004 según BP.
* El año que finalizarían las reservas probadas de Carbón
del 2004
, y por lo tanto de los
combustibles fósiles, sería el año 2084, al alcanzarse desde el 2007 un consumo
acumulado de 494.130 (Mtep) cuando las reservas probadas según EIA en el año
2005 eran de 492.098(Mtep), y de 448.467 (Mtep) en el año 2004 según BP
[8].
La posibilidad de que los periodos de agotamiento
de las reservas probadas del 2004
se cumplan, es más que
previsible, pues a pesar de que otras energías alternativas puedan ser
desarrolladas, los combustibles fósiles van a seguir siendo los más asequibles
para los países poco desarrollados, quienes, como ya se vio anteriormente, van a
ser los protagonistas de la demanda energética por el mayor crecimiento
demográfico y - aunque nunca llegue a igualar el consumo de energía per cápita
de los países desarrollados- por un incremento en el consumo de energía per
cápita, por lo tanto la tasa incremento anual de consumo de energía de energía
fósil se mantendrá como mínimo constante, y con toda probabilidad con un
incremento de la tasa anual en la demanda de energía basada en el carbón.
La tasa de cambio anual de las proyecciones es para las tres fuentes de energía
de 10,2 (Quadrillion BTU) que convertido a Mtep equivale a 10,2 x 25 = 255 Mtep.
Teniendo en cuenta que el consumo global de energía de los combustibles fósiles:
petróleo, gas natural y carbón en (Mtep) como mínimo va a mantener esa tasa de
incremento anual se ha proyectado hasta el año 2090 los consumos anuales de
energía globales, estimando la cantidad de energía que será necesaria para
sustituir el agotamiento de los combustibles fósiles, primero del petróleo,
después el gas natural y por último el carbón. La proyección se puede ver en el
Gráfico 1 y en el resumen de datos del gráfico.
Gráfico 1
Energía
equivalente necesaria para sustituir el agotamiento de
las reservas probadas de loscombustibles fósiles
(Mtep)
del
año 2004
Fuente: Energy
Information Administration / International Energy Outlook 2006 (EEUU). Elaboración propia
Resumen datos Gráfico 1:
Energía anual equivalente necesaria para sustituir el
agotamiento
de las reservas
de los combustibles fósiles
(Mtep)
del
2004
Lectura del Gráfico 1 y del resumen de datos
La desaparición progresiva de los combustibles fósiles (Gráfico 1),
necesariamente deberá ser sustituida por
el hallazgo y explotación de nuevas
reservas de combustibles fósiles o de
otras fuentes de energía, en los
periodos y cantidades que marca su agotamiento pues sino se implementan
alternativas energéticas y tecnológicas para la transformación de la energía en
trabajo productivo, el crecimiento económico quedará colapsado.
----------
No obstante, tanto las reservas probadas de
combustibles fósiles como la proyección hasta su agotamiento están en función de
dos variables: El descubrimiento de nuevas reservas explotables, y el consumo
mundial.
El consumo mundial de las reservas
probadas depende a su vez de dos variables, el crecimiento de la actividad
económica y la incorporación al sistema energético mundial de nuevas fuentes de
energía renovable, esta segunda variable puede hacer perdurar también más años
la duración de las reservas de combustibles fósiles; no obstante, en el actual
paradigma tecnológico mundial no existe una alternativa que pueda sustituir al
motor de combustión interna para la transformación de la energía en trabajo
productivo, por lo que la dependencia de los combustibles
fósiles es poco probable que baje, hasta la escasez de los mismos, del 80%- 70% del consumo de energía mundial.
2.3
Consideraciones sobre la duración
de las reservas probadas de combustibles fósiles
(año
2015)
Apartado elaborado en
base a los datos sobre nuevas reservas aportados por British Petroleum BP en la:
La incorporación de este
apartado se realiza por la constatación en
la revisión estadística de la energía mundial realizada por BP en 2015, que las
reservas probadas de combustibles fósiles principalmente de Petróleo y Gas
Natural han aumentado considerablemente, lo que requiere de nuevas
consideraciones respecto a la duración final de las reservas probadas, que se
pueden ver en el anexo al presente estudio.
Resumen duración de las reservas de
Carbón, Petróleo y Gas Natural, según datos de reservas probadas y
producción mundial del año 2014
CAPITULO III
La
externalización medioambiental del consumo de combustibles fósiles
A pesar de l
as intenciones de la mayoría de los gobiernos del mundo por intentar
contener el crecimiento de la utilización de los combustibles fósiles, las
mismas están condenadas de antemano al fracaso. Si bien las energías renovables
van a experimentar un crecimiento gracias a las subvenciones de los países
desarrollados y de los países emergentes como China, difícilmente van a evitar
mientras existan los combustibles fósiles, que éstos sigan acaparando más de un
80% de la cuota del mercado, por lo menos hasta el agotamiento de las reservas
de petróleo.
El desarrollo de las energías renovables rentables en el mercado del vigente
sistema económico mundial son muy limitadas; en el caso de la energía
hidroeléctrica por las limitaciones para su desarrollo en el conjunto mundial,
pues si bien, hay países que dispones de abundantes recursos hídricos y
condiciones para el desarrollo de saltos de agua, otros países no los tienen y
en su conjunto aunque es la fuente de energía renovable competitiva más
importante no alcanza el 5% de las necesidades mundiales de energía.
En el caso de los biocombustibles el porcentaje máximo de ahorro mundial de
petróleo, por sustitución de biocombustibles utilizando todas las superficies
cultivables del planeta difícilmente puede alcanzar el 10%.
El desarrollo de las energías
menos
competitivas en el mercado como la fotovoltaica y eólica,
están limitadas porque para su implementación precisan de ayudas
económicas adicionales,
y
los países
que
no tienen recursos para desviarlos en la promoción de este tipo de energías
recurren obviamente a las energías más asequibles, como son las derivadas de los
combustibles fósiles.
Descartado
la sustitución de los combustibles fósiles, a pesar
de las buenas intenciones de políticos y grupos sociales, de los tratados
internacionales y de las recomendaciones de la ONU por ampliar la presencia de
las energías renovables fotovoltaica y eólica, el impacto de estas fuentes de
energía en el porvenir del crecimiento económico es muy pequeño, y no pueden ser
pensadas como sustitución
total al funcionamiento del Sistema Energético Mundial,
por
lo que
la continuidad de las políticas energéticas determinadas por el modelo político
económico mundial, es previsible que se aparten muy poco de las que se vienen
desarrollando hasta la actualidad.
-----------
La percepción de vivir en un mundo de recursos limitados y del impacto
medioambiental que supone la externalización de los combustibles fósiles a la
atmósfera en forma de gases de efecto invernadero comenzaría a cobrar
importancia a comienzos de la década de los años noventa, sucediéndose a partir
de entonces diversos encuentros internacionales que tuvo su punto de arranque
más importante en la Conferencia de Río de Janeiro (año 1992), y ha tenido su
máxima expresión en el Protocolo de Kyoto que entró en vigor en el 2005.
En el Cuadro 7, se muestra la evolución de las emisiones de CO2 entre
los años 1981 al 2004, donde paradójicamente la tendencia ascendente de
emisiones de CO2 comienza a incrementarse coincidiendo con las
intenciones manifestadas para su contención en la Cumbre de Río Janeiro.
Cuadro 7
Emisiones
mundiales de d
ióxido de carbono según combustible fósil: (Millón de toneladas)
Lectura Cuadro 7.
Nota 1ª: 4 junio 1992.
Cumbre de Río de Janeiro. 180 países se comprometieron bajo el Tratado sobre
Cambio Climático, a tomar medidas para mitigar los efectos del cambio climático
debido a las crecientes emisiones de gases de efecto invernadero.
Nota 2ª: 11 diciembre 1997. Se
firma el Protocolo de Kyoto. Se logró un acuerdo para conseguir durante el
período 2008-2012 la reducción en un 5,2%, con respecto a 1990, de las emisiones
de los seis gases, entre ellos el dióxido de carbono, el metano y el anhídrido
carbónico, que más potencian el efecto invernadero. III Conferencia de las
Partes del Convenio Marco sobre Cambio Climático, que agrupó a 125 países. (Nota
posterior. En el año 2012 se emitieron 32.280 millones de toneladas de CO2)
Nota 3ª: 16 febrero 2005. El
Protocolo entró en vigor el 16 de febrero de 2005, una vez que Rusia (17,4%
emisiones) se sumó a las ratificaciones, cuando se alcanzaron los objetivos
exigidos para la entrada en vigor. Tal y como el Protocolo preveía: era
necesario que fuera ratificado como mínimo por 55 Estados Partes de la
Convención y además, sumasen el 55% de las emisiones mundiales de dióxido de
carbono de 1990 (art. 25).
Sin embargo, el Protocolo de
Kioto, ha resultado ser un instrumento ineficaz para detener las emisiones de
CO2 como se puede apreciar
en la siguiente tabla de datos y el Gráfico
2,
donde se muestra como el incremento de emisiones de CO2 a la
atmósfera se ha incrementado de forma continuada, y el objetivo establecido para
que en el año 2012 las emisiones se hubieran situado en un 5,2% por debajo de las
de 1990, quedó ampliamente incumplido con una desviación por incremento de
emisiones del 59%.
Fuente.
Energy Information Administration / International Energy Outlook 2006 (EEUU).
Elaboración propia
NOTA: Los datos de los años 2006 al 2013 se agregaron con
posterioridad a la finalización del presente estudio en el año 2006.
Gráfico 2
Línea de
tendencia del incremento de las emisiones de CO2 de 1990 al 2013.
El incumplimiento
de los objetivos del Protocolo de Kioto es consecuencia de la estrecha
relación entre crecimiento económico
yconsumo
de energía,
junto al hecho de que esta energía provenga en más de un 80% de combustibles
fósiles, y
debido a que
su conversión en trabajo
se realiza,
en el vigente sistema competencial mundial,
mediante la
externalización
de
costes
en
forma
de
libre
emisión
a la atmósfera de gases de efecto invernadero,
y que ha
tenido como consecuencia, sobre todo en los
últimas décadas, que se produzca una liberación masiva de gases de efecto
invernadero, principalmente
de CO2.
Por otra
parte,
se ha
entrado en
una fase en la que los países
menos desarrollados son los que más están contribuyendo a elevar el volumen de
emisiones de CO2. En el año 2004 el volumen de emisiones de los
países de la OCDE era de 13.166
millones de toneladas, y en los países de la No – OCDE de 13.877, pero
entre los años 1992 y 1994 los países de la OCDE habían incrementado sus
emisiones en 1.788 toneladas y los de la No- OCDE lo hicieron en 4.031, aunque
en emisiones de CO2 per cápita los países desarrollados sean los más
contaminantes
(Gráfico 3).
En ese
aspecto, a modo de comparación interesa destacar la diferencia en emisiones de
CO2 per cápita entre los dos países más contaminantes del mundo:
Estados Unidos y China y globalmente entre el ámbito de la OCDE y No-OCDE
(Gráfico 4). Mientras la media por habitante de emisiones de CO2 en
el año 2004 en Estados Unidos era de 20,18 toneladas; en China era de 3,62
toneladas. Si se considera los ámbitos OCDE y No- OCDE, el ámbito de la OCDE
agrupa al 17,5% de la población mundial, y el de la No – OCDE al 82,5%, ello
ofrece unas emisiones de CO2 per cápita muy diferentes, 11,8
toneladas de media por habitante en el ámbito de la OCDE, y 2,6 toneladas en el
de la no –OCDE.
Estos datos,
ponen de manifiesto, que las posturas sobre la limitación de emisiones de gases
de efecto invernadero, no pueden ser consideradas por igual por los habitantes
del planeta según el país donde vivan. Los países poco desarrollados precisan
del crecimiento económico para salir de la pobreza y por lo tanto de generación
de energía - trabajo barata, ligado al consumo de combustibles fósiles. Mientras
que los países desarrollados precisan también del crecimiento económico para
mantener la sociedad de consumo. La relación entre ambos ámbitos es desigual,
los países ricos quisieran mantener el sistema político y económico vigente en
el que miles de millones de pobres debieran aceptar su actual estatus, pero los
países pobres no van a renunciar al crecimiento económico y para ello necesitan
transformar energía en trabajo productivo y ello, en mundo globalizado donde la
externalización de costes forma parte de la ventaja comercial necesariamente va
a ser a costa de incrementar las emisiones de CO2.
De los datos expuestos hasta ahora se puede deducir:
1º
Las perspectivas de incremento del consumo de combustibles fósiles, es una
evidencia imparable, por el menor coste que supone para los países en
desarrollo, y el modelo de sociedad de consumo en los países desarrollados.
2ºEn el vigente sistema económico mundial, debido a la
necesidad de tener que recurrir a la externalización medioambiental de costes
para asegurar la ventaja comercial, las emisiones de CO2, a pesar de
tratados y buenas intenciones, seguirán emitiéndose a la atmósfera.
3º
Por ello, de la misma manera que se pueden considerar válidas las proyecciones
del consumo de Petróleo, Gas Natural y Carbón, sino cambia el vigente sistema
económico mundial, también son válidas las proyecciones sobre la emisión de CO2
a la atmósfera.
3.1
Proyecciones para un probable escenario de emisiones de CO2 a la
atmósfera
Si nos
atenemos, al devenir del vigente sistema económico y político mundial, la
relación entre consumo de energía proveniente de los combustibles fósiles y la
externalización de las emisiones de CO2 va a continuar. Por ello,
cabe pensar que las proyecciones de emisiones a la atmósfera de CO2
se pueden calcular, aplicando a las proyecciones de consumo de cada tipo de
combustible (expresadas en la unidad de peso: Toneladas métricas equivalentes de
petróleo (Mtep) por el factor de conversión correspondiente
[9],
obteniendo el resultado de este cálculo en unidades de peso (Toneladas métricas
de CO2)
---------
En el
Cuadro 8, se presenta una relación de conversión del consumo de Petróleo
(Crudo), Gas Natural y Carbón, emitido la atmósfera y transformado en CO2.
Se ofrecen dos tipos de fuentes para establecer la relación entre, consumo según
tipo de combustible fósil, y emisión de CO2.
* 1º Por una
parte, se utiliza el histórico de consumos según fuente de BP de todos los años
desde 1990 al 2001 en Mtep, y estos datos se ponen en relación con los datos de
emisiones de CO2 en Mt, según la fuente de EIA.
* 2º Por otra
parte, se utilizan exclusivamente datos de EIA, tanto en consumo según tipo de
combustible fósil como de emisiones de CO2, en un histórico de los
años 2002 y 2003, y las proyecciones realizadas por esta fuente para los años
2010; 2015; 2020, y 2030.
Cuadro 8
Factores de conversión
según, consumos mundiales de energía por tipo de combustible fósil en (Mtep), y
emisiones de CO2 en (Mt)
Nota 1: el factor de
conversión = (unidad CO2 / unidad igual de consumo, según tipo
de combustible (equivalente en petróleo).
Nota 2: Los consumos, en
la fuente de EIA vienen dados en (Quadrillion BTU), para su conversión a
Mtep se aplicado el factor de conversión según tabla de BP (25 Mtep = 1
Quadrillion BTU). Elaboración propia, con
los datos de las fuentes mencionadas.
Lectura del Cuadro 8.
Los
factores de conversión resultantes, entre el cálculo 1º y el cálculo 2º,
difieren unas décimas entre sí; si bien, los del cálculo 2º, basados
exclusivamente en la fuente de EIA son muy estables, tanto en los datos
históricos relacionados como en los proyectados. Por ello, para posteriores
evaluaciones de consumos de combustibles fósiles y emisiones de CO2,
se tienen en cuenta estos factores de conversión.
En una
hipotética externalización medioambiental del total de las emisiones de CO2
producidas por la combustión de las reservas probadas (en el 2004 y 2005) de los
combustibles fósiles, la cantidad indicativa de emisiones de CO2 en
millones de toneladas, sería igual al volumen de la reserva de cada tipo de
combustible expresado en Mtep por el factor de conversión correspondiente. En el
Cuadro 9 se realiza esta estimación, teniendo en cuenta la fuente de BP y
EIA de reservas probadas de Petróleo, Gas Natural y Carbón en el 2004 (BP) y
2005 (EIA).
Cuadro 9
Emisiones totales de CO2,
de las reservas probadas de combustibles fósiles del año 2004
Elaboración propia, a partir de las
fuentes mencionadas.
Lectura del Cuadro 9.
Considerando el volumen teórico de emisiones, ambas fuentes ofrecen resultados
muy parecidos. El carbón, debido a ser la mayor reserva de los tres tipos de
combustible fósil, y porque tiene el factor de conversión más alto es el que
aportaría mayor cantidad de CO2 a la atmósfera, por las mismas
razones le seguirían el petróleo y el gas natural.
No obstante,
la liberación de estas reservas de combustibles fósiles en forma de gases a la
atmósfera, se realiza en función del crecimiento necesario de estos combustibles
para la generación de energía - trabajo. Este crecimiento (estimado anualmente,
en el Cuadro 6 hasta el final de las reservas probadas de los
combustibles fósiles), ofrecería en el supuesto de la externalización
medioambiental de las emisiones de CO2, la cantidad de emisiones de
este gas, hasta el final de las reservas probadas en el año 2005 de petróleo,
gas natural y carbón.
En el
Cuadro 10 se ofrece esta estimación, a partir de aplicar los factores de la
conversión de petróleo, gas natural y carbón, a CO2, al volumen
anual de consumo de estos combustibles fósiles, expresados en Mtep. El resultado
se ofrece en Millones de toneladas (Mt) de CO2 por cada tipo de
combustible, cuya suma ofrece el total de emisiones mundiales de CO2.
La proyección, de elaboración propia, realizada de esta manera, se compara en
los años 2010; 2015; 2020; 2025, y 2030, con las proyecciones de emisiones de CO2
realizadas por EIA, sin que se observen diferencias sustanciales en ambas
proyecciones.
Cuadro 10
Cálculo de las emisiones de
CO2 anuales, según proyecciones de consumos de las reservas probadas
de Petróleo, Gas Natural y Carbón (año 2004)
Fuente datos Energy Information
Administration EIA.
Elaboración propia.
Los datos de emisiones reales de
CO2 a partir del 2006 se han añadido con posterioridad al año del estudio
(2006-2007)
Las
proyecciones de las emisiones de CO2 se realizan considerando que se
mantiene el modelo de externalización medioambiental del principios del siglo
XXI, y estimando que el final de las reservas probadas de combustibles fósiles
del 2004 s
e
realiza de manera gradual, es decir, que cuando se agote el petróleo éste no sea
sustituido por las reservas de otras combustibles fósiles como el gas natural y
el carbón, y que cuando se agote el gas natural éste no sea sustituido por el
carbón, en el supuesto de que otras energías no contaminantes sustituirían estas
carencia.
Gráfico 5[10].
Gráfico
5
Emisiones de
CO2, según escenario de reemplazo a la finalización de las reservas
del petróleo, gas natural y carbón
del año 2004
Fuente datos: Energy
Information Administration EIA.
Elaboración propia
Lectura del gráfico 5.
El mayor volumen de emisiones de CO2 a
la atmósfera se concentraría en la mitad del siglo XXI.
El pico más alto de emisiones se daría en el año 2037 con
49.612 (Mt) de CO2, doblando las del año 2003, que fueron de 25.040 (Mt)
de CO2, finalizando las emisiones en el año 2084 con el agotamiento
de las reservas probadas en el 2005 de carbón.
No obstante,
la fecha en la que puede producirse el pico más alto de las emisiones
de CO2 a la atmósfera por causas antropogénicas está en función del hallazgo de nuevas reservas, lo que alargaría los
años de emisión, o por la implementación de sumideros artificiales de CO2, lo
que reduciría los años de emisión.
Conclusión
Actualmente la
dependencia energética mundial de los combustibles está en torno a un 80%. El
volumen mundial de emisiones de CO2 a la atmósfera pasó de los 21.500
millones de toneladas en el año 1990, a 28.500 en el año 2005 (año de la entrada
en vigor del protocolo de Kioto) y a 32.659 millones de toneladas en el año 2012, lo que evidencia el relativo fracaso de dicho acuerdo.
La capacidad
de absorción de los sumideros naturales como océanos y bosques se sitúa entre
los 11.000 y los 12.000 millones de toneladas de CO2, es decir, para
mantener un equilibrio natural en los límites de la sociedad preindustrial, el
total de emisiones no debiera superar los 12.000 millones de toneladas de CO2,
que vendría a ser el 50% del volumen de emisiones del año 1990.
Al actual
ritmo de consumo energético mundial derivado de los combustibles fósiles, las
reservas probadas de Petróleo y Gas Natural del 2004 pueden durar hasta
mediados del siglo XXI y las de Carbón hasta finales del mismo, fechas
que pueden retrasarse en el tiempo en función del descubrimiento y
explotación de nuevas reservas.
En la época
preindustrial el CO2 en el aire atmosférico era de 280 partes por
millón y en el año 2008 fue de 385 partes por millón. La externalización del
conjunto del carbono que contienen los combustibles fósiles de las reservas
probadas teniendo en cuenta, por una parte, que su agotamiento se va a producir
en el presente siglo y, por otra, que la capacidad de absorción de los sumideros
naturales (12.000 millones de toneladas de CO2 anuales), las partes
por millón de CO2 que el aire atmosférico podrían llegar alcanzar al
término de las reservas probadas de combustibles fósiles del año 2004 sería de 600 partes por
millón. Este incremento del CO2 atmosférico supondría un incremento
en el forzamiento radiativo de los 11 W/m2 del año 1999, a 18 W/m2,
al final del siglo XXI, frente a los 8 W/m2 de la época
preindustrial. Estos valores pueden verse incrementados por el descubrimiento y
explotación de nuevas reservas de combustibles fósiles, que alargaría la vida
del vigente modelo energético mundial basado en los combustibles fósiles y, con
ello, la probable externalización de costes en forma de gases de efecto
invernadero.
El desarrollo
de energías alternativas a los combustibles fósiles, aunque se desarrollaran
hasta conseguir una sustitución de los mismos del actual 20% a un 50%, no va a
evitar la externalización del todo el carbono de los combustibles fósiles de
las reservas probadas mundiales de Petróleo, Gas Natural y
Carbón, y teniendo en cuenta que la longevidad del CO2 en el aire atmosférico
puede ser de cientos de años el forzamiento radiativo expresado en W/m2
se mantendría también en el tiempo.
Por lo tanto,
la implementación de energías alternativas a los combustibles fósiles, puede
servir para paliar la carencia energética derivada del progresivo agotamiento de
los combustibles fósiles, pero en ningún caso va a evitar en el actual modelo
económico competencial la externalización
ambiental del carbono de todos los combustibles fósiles.
Para evitar la
emisión masiva de de CO2 a la atmósfera solo cabe hacerlo
mediante la ampliación de los sumideros naturales y la implementación a escala
planetaria de sumideros artificiales de CO2,
pero ello implicaría un encarecimiento de costes a la producción de 0,01 a 0,05
dólares por kw/h y, por lo tanto, iría en contra del principio económico de
considerar la externalización de gases de efecto invernadero como una ventaja de
disminución de costes para el intercambio comercial.
Cambiar esa
perversión económica de hallar ventajas comerciales en la externalización de
costes podría ser viable si todos los países del mundo aceptaran la desviación
de recursos económicos para la implementación de sumideros artificiales de CO2,
pero tal medida no es posible acometerla sin abordar previamente la integración
política y económica mundial para armonizar el desarrollo económico de toda la
humanidad con el medioambiente.
CAPITULO IV
Energía primaria necesaria para un consumo mundial per cápita equiparable al de
la OCDE
La aspiración de
la humanidad de conseguir un desarrollo
económico que pudiera equipararse, por ejemplo, a la media de los países de la
OCDE, depende de la capacidad para alcanzar un modelo energético mundial capaz
de sustentar ese grado de desarrollo. En ese sentido, en el Cuadro 11, se
cuantifica el consumo teórico total de energía primaria necesaria si toda la
población mundial desde el año 2002 al año 2030 hubiera tenido y tuviera un
consumo de energía per cápita equivalente a la media de la OCDE. Las unidades de
medida para la comparación están dadas en (Quadrillion BTU).
Cuadro 11
Energía
primaria necesaria para un consumo mundial per cápita equiparable al de la OCDE
(Quadrillion (115) BTU)
Fuente:
Energy Information Administration EIA. Elaboración propia.
Diferencia entre la energía mundial consumida y proyectada según consumos
reales, y la energía mundial necesaria para un consumo per cápita equivalente a
la OCDE.
Lectura del Cuadro 11.
Las
diferencias entre la energía mundial basada en los consumos reales y las
proyecciones respectivas, y la energía mundial necesaria para un consumo per
cápita equivalente a los países de la OCDE, son de tal magnitud tal, que casi la
triplican, tanto la consumida con los datos históricos disponibles, como en las
proyecciones hasta el 2030. Si se considera las repercusiones de tal volumen de
consumo mundial de energía primaria teniendo en cuenta las limitaciones de las
reservas probadas de combustibles fósiles y las repercusiones medioambientales
de emisiones de CO2, la hipótesis de un mundo en el que todos los
habitantes de la Tierra dispongan de un consumo energético per cápita
equivalente a la media de los países de la OCDE, en el actual modelo
energético, resulta inviable.
Solamente se
puede pensar que esa hipótesis sería factible, en un escenario en el que
existiera una fuente energética ilimitada y no contaminante. Pero para ello se
precisaría aunar todas las capacidades científicas y tecnológicas mundiales con
el fin de lograr ese objetivo, así como alcanzar la integración política y
económica mundial donde quedara excluida la externalización de costes al medio
ambiente de la competencia económica comercial internacional. Pero el rumbo que
siguen las potencias del planeta empujadas por los vientos de la economía basada
en los intereses particulares de cada nación lleva al colapso económico mundial
por el agotamiento de los recursos energéticos, y con toda probabilidad, lleva
también al desastre medioambiental.
No existe
salvación individual, el mundo se ha convertido en un barco en el que solamente
es posible evitar el naufragio con el empeño de una única tripulación, el género
humano. Y un nuevo pensamiento debe florecer, para que, cuando la mayoría de la
población mundial comience a percibir el desastre al que lleva el vigente modelo
económico y energético mundial, existan las bases científicas conceptuales que
ayuden a reorientar el rumbo hacía la integración política mundial y hacia una
renovación profunda de las fuentes de energía y su gestión por organismos
mundiales.
Nunca el mundo
estuvo tan cerca de perpetuar los desequilibrios socioeconómicos y de la
catástrofe medioambiental. Pero nunca estuvo también tan cerca de demandar un
cambio para conseguir un mundo en el que se instaure la armonía social y
medioambiental.
Consumo total de energía primaria del mundo por Región, referencia, 1990-2030 (Quadrillion
BTU)
Table A1.
World
Total Energy Consumption by Region, Reference Reference Case, 1990-2030
(Quadrillion Btu).
Energy Information Administration / International Energy Outlook 2006)
Consumo de energía primaria del mundo por Región y tipo de
combustible, referencia, 1990-2030 (Quadrillion BTU)
Table A2. World
Total Energy Consumption by Region and Fuel, Reference, 1990-2030 (Quadrillion
Btu). Energy Information
Administration / International Energy Outlook 2006"
Producto Interior Bruto del mundo por
Región (PIB), referencia, 1990-2030 (en miles de millones dólares del año
2000)
"
Table A3.
World Gross Domestic Product (GDP) by Region Using Purchasing Power Parity,
(Case, 1990-2030) (Billion 2000 Dollars). Energy Information Administration / International Energy
Outlook 2006"
Emisiones del bióxido de carbono del mundo por Región, referencia, 1990-2030 (millón de
toneladas métricas de CO2)
"Table A10.
World Carbon Dioxide Emissions by Region, Reference Case, 1990-2030 (Million
Metric Tons Carbon Dioxide) . Energy Information Administration / International Energy
Outlook 2006"
Cálculos de
las proyecciones de consumos de energía y emisiones de CO2 hasta el final de las
reservas probadas según EIA en el 2005 de combustibles fósiles
Fuente: British
Petroleum BP, y Energy Information Administration / International Energy Outlook
2006" (EIA)
Se consideran como fuentes de energía primaria a las que se obtienen
directamente de la naturaleza como los casos de: la energía solar, la
hidráulica, la eólica, la leña, los productos de caña y otros combustibles
de origen vegetal y animal, o bien, después de un proceso de extracción
como, el petróleo, el gas natural, el carbón mineral, u otros como el
recurso de la geoenergía, y el recurso de la nucleoenergía, etc.
Estas energías, se desarrollan sin pagar por la externalización de sus
costes, es decir, por el impacto que producen en el medio ambiente. Si así
fuera, se debería realizar una inversión adicional para evitar este impacto,
por ejemplo sumideros de CO2, pero ello supondría una nueva
inversión de energía - trabajo, para implementar la tecnología adecuada,
cuestión que está todavía por desarrollar.
BTU: Unidad de energía inglesa. Abreviatura de British Thermal Unit. Se usa
principalmente en los Estados Unidos. Ocasionalmente también se puede
encontrar en documentación o equipos antiguos de origen británico. En la
mayor parte de los ámbitos de la técnica y la física ha sido sustituida por
el Julio, que es la correspondiente unidad del sistema internacional. Una
BTU equivale aproximadamente: 252,2 calorías, o 1.055 julios.
La Unión Europea, EEUU, China, Japón, República de Corea, Rusia e India,
participan en el proyecto de ITER (Reactor Internacional Termonuclear
Experimental). El ITER está diseñado sobre la base de la factibilidad de
controlar la magnitud de la fusión nuclear. Su principio es semejante a la
emisión de luz y calor del Sol. Es decir, en condiciones de una temperatura de
centenares de millones de grados Celsius, se puede aprovechar la fusión de
deuterio y tritio, isótopos de hidrógeno, para liberar energía nuclear. La
energía producida por la fusión de deuterio y tritio se deriva del agua
marina, que no produce emisiones de efectos invernaderos ni residuos de alta
radiactividad, y por lo tanto es considerada como una posible fuente para
contar con una nueva fuente de energía capaz de producir energía – trabajo, a
gran escala. No obstante, se desconoce cuando y si se podrá conseguir
controlar técnicamente la fusión nuclear para la generación de electricidad.
La esperanza de resolver los problemas científico-técnicos para la
generación controlada de energía de fusión nuclear se basa en la
utilización del isótopo helio 3, que es sumamente escaso en la Tierra, pero
es abundante en la Luna proveniente principalmente de los vientos solares.
En el caso de conseguir la fusión nuclear controlada con helio 3, sería un
combustible limpio y seguro para generar energía eléctrica; 100 toneladas de
“helio 3” podrían cubrir la necesidad total anual de energía eléctrica de la
Tierra durante un año. El suelo de la Luna contiene esta materia prima para
cubrir la demanda energética de la humanidad para más de 10.000 años.
La exploración y
cuantificación de las reservas de “helio 3” en la Luna forma parte de la
futura estrategia energética de varios países.
Ouyang Ziyuan, miembro de
la Academia de Ciencias de China y científico jefe del proyecto de
exploración lunar de China, reveló que el proyecto de exploración lunar de
China tiene el objetivo de realizar el alunizaje tripulado entre 2020 y
2025. Fuente: Academia de Ciencias de China. (Pueblo en Línea) 06/02/2007.
Lavochkin director general
del grupo aeroespacial de Rusia NPO, en una entrevista a Rossiyskaya Gaceta
anuncio que "El Programa Lunar incluye la extracción de recursos minerales
y la búsqueda de nuevas fuentes de energía". Fuente: (Moscú, abril 2007, RIA
Novosti).
Otros países que han
mostrado su interés por la exploración lunar han sido: EEUU, Japón y
Alemania.
Las reservas demostradas de combustibles fósiles se renuevan con nuevos
hallazgos. La
diferencia entre la fuente de EIA y BP se basan en que EIA comenzó a incluir
el 1 de enero de 2003 (un tipo combustible pesado) las reservas de crudo de
las arenas de Alberta en su estimación de la reservas para Canadá, cuestión
que no realiza la fuente de BP.
En la
comparativa entre los valores de las proyecciones para el año 2010 y los
consumos reales ofrecidos por EIA para ese año se pueden apreciar las
diferencias de evolución entre los valores proyectados y los reales.
Los datos
reales ofrecen respecto de las proyecciones un descenso del 6% en el consumo
de petróleo; un 3% / 4% del gas natural, y un incremento del 14% / 17% del
carbón. En el conjunto del consumo energético se produce un incremento del
1%, confirmando la tendencia a un mayor uso del carbón en el mundo.
El carbono (C) en el proceso de combustión reacciona con dos átomos de
oxígeno (O2) y se convierte en dióxido de carbono (CO2),
en forma de emisiones a la atmósfera.
Considerando que la masa de una molécula de CO2 es mayor que la
masa de un átomo de Carbono, la proporción es (16+16+12/12) = 3,67
Por ello, las toneladas de
CO2 emitidas son más que las toneladas de Carbono, dependiendo de
las diferentes sustancias que contienen Carbono y son emitidas a la
atmósfera, pudiéndose estimar los factores históricos medios de conversión,
en función del registro del consumo y emisiones de cada combustible fósil
En la
comparativa entre los valores de las proyecciones para el año 2010 y las
emisiones de CO2 reales ofrecidas por EIA para ese año se pueden
apreciar las diferencias de evolución entre los valores proyectados y los
reales.
Los datos reales ofrecen respecto de las proyecciones un descenso del 6% las
emisiones de CO2 derivadas del petróleo; un 1% / 0% del gas
natural, y un incremento del 16% / 18% del carbón. En el conjunto de las
emisiones de CO2 se produce un incremento del 5%, confirmando la
tendencia a un mayor uso del carbón en el mundo.