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Artículos de Opinión
Una
visión geopolítica en favor del respeto entre naciones, la
integración económica mundial y la armonía con el medioambiente
Autor
Javier Colomo Ugarte
Enero 2014
Fenómenos meteorológicos extremos
y cambio térmico climático
(Discusión)
El
comienzo del invierno boreal (2013-2014)
ha traído en EEUU una ola de frío produciendo temperaturas tan bajas que
pudieran romper récords establecidos hace decenios, con pronósticos de: -35 C en
Fargo, Dakota del Norte; -29 C en Madison, Wisconsin, y -26 C en Minneapolis,
Indianapolis y Chicago. Por contra, en Argentina el comienzo del verano
austral trajo una ola de calor
extremo no conocida en Buenos Aires desde que se tienen registros hace cien
años.
Una profunda vaguada en altura está introduciendo una corriente de frío desde el
polo Norte a EEUU, y una profunda dorsal de viento cálido continental lo hizo en
Argentina. No existen evidencias que ambos fenómenos estén relacionados, pero lo
que es constatable es que en los últimos años los fenómenos meteorológicos
extremos se repiten con mayor reiteración; aun está cercano el pasado tifón
Haiyan en Filipinas de fuerza desconocida en la región.
Estos meteoros extremos parecen indicar que el cambio
térmico climático global está
afectando a la
circulación general atmosférica.
No
obstante, si bien existe un consenso en la comunidad científica en la evidencia
del cambio térmico climático y
la forma que éste se produce debido a la concentración de gases de efecto
invernadero en la atmósfera por causas antropogénicas, no existe tal consenso
para la explicación de la reiteración de los fenómenos meteorológicos extremos.
El
nexo de unión entre cambio
térmico climático y
las variaciones en la
circulación general atmosférica, se mueve en el campo de las hipótesis.
En el verano boreal
del año 2010, la fuerte ola de calor de al menos 55 días que asoló Rusia
occidental con temperaturas que en Moscú rondaron lo 40 grados centígrados,
mientras que en Berlín, París, Viena o Varsovia oscilaban entre 18º y 25º C,
dejó desconcertados a los científicos rusos. La explicación dada a finales de
agosto del 2010 por el Servicio Federal ruso de Meteorología (Rosguidromet), fue
que la ola de calor fue provocada por un anticiclón sobre el centro de Rusia que
bloqueó el acceso al aire fresco y húmedo del Atlántico y en cambio sí dejó
pasar masas de aire cálido del Caspio y Asia Central, presentando este fenómeno
meteorológico extremo como un hecho aislado descartando que las largas olas de
calor se repitan en Rusia.
En consonancia con
esta opinión Ria Novosti destacaba la noticia del diario The New York
Times del 24 agosto del 2010, de que Investigadores de la Administración
Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en
inglés) afirmaban que no habían hallado relación entre la ola de calor anómalo
en la Rusia occidental y posibles alteraciones climáticas.
No
obstante, Mike Blackburn meteorólogo de la Universidad británica de Reading,
inició un cambio de tendencia en la interpretación del calor anómalo en Rusia al
relacionarlo con
las inundaciones simultáneas en Pakistán, al atribuir los dos fenómenos
meteorológicos extremos a una causa común producida
por cambios no habituales en la circulación atmosférica que afectaban a las denominadas
corrientes en chorro a gran altura en la atmósfera.
Las declaraciones se resumen de la siguiente manera:
1.
Las corrientes en chorro (jet
stream) atmosféricas son flujos serpentinos de vientos muy fuertes a la
altura de 7 a 16 kilómetros, y su velocidad es diez veces mayor que las
velocidades de los vientos terrestres.
2.
Los corrientes que avanzan del oeste al este, pueden oscilar del norte al sur
formando las denominadas olas Rossby (Rossby
wave) parecidos a meandros de río.
3.
En las últimas dos semanas se registraron cambios inhabituales en las corrientes
en chorro.
4.
En Pakistán el fenómeno atmosférico coincidió con el monzón estival que por la
ola estancada por la corriente en chorro llevó más precipitaciones al norte del
país lo que se tradujo en enormes inundaciones, las peores en los últimos 80
años.
5.
Por otra parte, un recodo de la corriente estancada encima de Rusia proporcionó
un permanente flujo del aire caliente y seco desde África y conllevó un calor
anómalo.
Si
bien, Blackburn reconoció desconocer
las causas exactas
que hacen estancar las olas Rossby aunque consideraba que en los últimos años,
el fenómeno se ha hecho muy frecuente, y a él se podían atribuir, en particular,
las fuertes inundaciones en Gran Bretaña y un calor anómalo en Europa en 2007.
Un
año más tarde en agosto del 2011, los especialistas de la NASA confirmarían con
la ayuda de observaciones satelitales la tesis del meteorólogo británico Mike
Blackburn de la conexión entre el calor extremo en Rusia en verano del año 2010
y las inundaciones en Pakistán. Ambas cosas fueron provocadas por la misma
anomalía. Una corriente atmosférica de altura chocó y se estrelló con el
anticiclón encima del territorio ruso.
El debate
entre si los meteoros extremos obedecen a un cambio en la circulación general
atmosférica o los mismos son cíclicos es una incógnita que debe ser despejada
por la comunidad científica. Conceptualmente la diferencia entre ciclo y
cambio se resume: en el ciclo climático, las variaciones
climáticas son reversibles en un periodo de tiempo; en el cambio climático
las variaciones climáticas se mantienen en el tiempo. En lo relativo a la forma
que se establece la circulación general atmosférica, para saber si se está ante
un ciclo o un cambio, existe ya una evidencia empírica de
incremento en la repetición de los meteoros atmosféricos extremos.
El
Grupo Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) en un documento preparado
por 220 científicos de 62 Estados, presentado en una conferencia de los
fundadores del IPCC celebrada en Kampala, Uganda, en noviembre del 2011 y
publicado en 2012 establecía una alta probabilidad de un 60% entre el cambio térmico climático y los fenómenos meteorológicos extremos aunque los autores del informe
señalaban al mismo tiempo que el estudio de la
correlación entre ambas variables es una tarea complicada y que la respectiva rama de la
ciencia es muy joven todavía, pero se desarrolla rápidamente. No obstante, en
base a datos empíricos si se inclinaban a pronosticar que lo meteoros extremos
asociados a fuertes tormentas y sequías prolongadas se acentuarán, lo que podía
suponer que hacia el año 2050, las temperaturas máximas de las “olas del
calor” subirán en 5º Celsius, y el número de los días calurosos se
cuadriplicarían en los próximos 30-40 años.
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Estudio relacionado:
Los probables impactos climáticos, derivados de las emisiones de CO2 y
otros gases de efecto invernadero
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*La
revista científica Nature ha seleccionado los trabajos del Grupo
Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, que completará su
quinto informe de evaluación antes de noviembre, como uno de los avances
científicos que ocurrirán en 2014. Las conclusiones de los grupos de trabajo se
centrarán en los impactos del cambio climático y sobre cómo las sociedades
pueden adaptarse o mitigar esos efectos. En la investigación, se cita un gran
proyecto de captura y almacenamiento de carbono en Canadá.
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Javier Colomo Ugarte
Doctor en Geografía e Historia
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